Puerta Norte
Idanha-a-Velha
Idanha-a-Velha
La ciudad romana fue dotada de una muralla entre finales del siglo III e inicios del siglo IV d. C. El recinto tiene una planta ovalada, adaptada al meandro que dibuja el río, con un perímetro de unos 750 metros. El muro, de construcción robusta, reutiliza abundantes materiales de edificios romanos, y es posible, a simple vista, identificar capiteles, columnas, frisos e inscripciones que en su día pertenecieron a la ciudad. Está reforzado con torres perimetrales semicirculares y rectangulares regularmente espaciadas. La construcción de la muralla redujo el área urbana, dejando fuera partes importantes de la ciudad como, por ejemplo, algunas viviendas y unas termas públicas. La muralla será restaurada y consolidada en épocas posteriores. Los templarios la utilizaron como fortaleza reforzada por una torre, situada sobre el podium del antiguo templo romano. La Puerta Norte, flanqueada por dos torreones circulares, conserva tres arcos de medio punto, asentados sobre impostas salientes, siendo visibles los negativos de los goznes originales. Está orientada en dirección a Bracara Augusta (Braga).