Aldeias Históricas de Portugal

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Piódão

Mientras recorremos la sierra de Açor, al mismo tiempo que nos dejamos deleitar por el aspecto majestuoso y puro del paisaje, nos invaden la curiosidad y la impaciencia. Piódão se empeña en permanecer oculto para, inesperadamente, deslumbrarnos con su arquitectura, que tan bien ejemplifica la capacidad que tenemos para adaptarnos armoniosamente a los lugares más inhóspitos y, a la par, sublimes. Como si se tratara de un belén, las casas están distribuidas alrededor de los bancales, donde el azul y el negro del esquisto salpican sinuosas y estrechas callejuelas que, en cada rincón, esconden la historia de la aldea histórica de Piódão.

Historia

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La aldea de Piódão está enclavada en la sierra de Açor, en una escarpa abrupta moldeada en una estructura de malla cerrada de trazado sinuoso, bien adaptada a la rugosidad del espacio circundante. Los pastos de la sierra de San Pedro do Açor, llenos de manantiales, atraían a los pastores lusitanos que alimentaban allí a sus rebaños. En época medieval se formó un pequeño asentamiento, que recibió el nombre de Casal Piodam, que posteriormente fue trasladado a su ubicación actual, quizá debido a la instalación de un monasterio cisterciense, del que no quedan vestigios, lo que dataría el lugar en el siglo XIII. A este monasterio puede estar vinculada la antigua advocación de Santa María de la iglesia parroquial, común en las abadías cistercienses. Si bien de esa antigua iglesia no nos han llegado vestigios, del templo actual se registra su ampliación en el siglo XVIII, y su remodelación en el siglo XIX, por iniciativa del canónigo Manuel Fernandes Nogueira, que diseñó una fachada adecuada al gusto ecléctico de la época, con un frontón neobarroco, y rematada por cuatro esbeltos contrafuertes cilíndricos, coronados por chapiteles cónicos. En su interior, merece la pena visitar la imagen de piedra caliza de Nuestra Señora de la Concepción, del siglo XV y que tal vez proceda de ese primer templo, con altares de talla y azulejos fabricados en Coimbra. Asimismo, cabe destacar la capilla de San Pedro, con su imagen del siglo XVI. Se dice que aquí se instaló uno de los asesinos de Inés de Castro, Diogo Lopes Pacheco, apellidos que aún hoy existen en Piódão: los Lopes y los Pachecos, estos últimos con derecho a tribuna propia en la iglesia de Lourosa. En el Numeramento Joanino de 1527, el primer censo nacional de población, Piódão aparece integrado en la villa de Avô como «Casall do Piodam», con tan solo dos habitantes. Más tarde, pasó a formar parte de la parroquia de Aldeia das Dez, de la que fue desanexado en 1676. El 24 de octubre de 1855, pasa a formar parte del municipio de Arganil, al extinguirse el municipio de Avô. Sin embargo, en lo que respecta a la jurisdicción religiosa, sigue vinculado al arciprestazgo de Avô. A finales del siglo XIX, el canónigo Manuel Fernandes Nogueira funda un colegio en Piódão, al que muchos llaman Seminario, que funcionó entre 1886 y 1906, y que aquí reunió a muchos jóvenes, creando un centro cultural de gran importancia para la zona. La aldea de Piódão se caracteriza por su disposición en anfiteatro, llamado belén de esquisto, con casas de gran unidad formal, arquitectónica y estética. Las casas, de mampostería de piedra de esquisto, están cubiertas con losas del mismo material. Las ventanas, de pequeña modulación, tienen, al igual que las puertas, colores fuertes en los aros, y, en Semana Santa, cruces hechas con una rama de laurel bendecida, colocadas en los dinteles de las puertas para alejar el mal de ojo. A través de sus callejuelas escarpadas, estrechas y sinuosas, que forman recovecos en una estructura de malla cerrada y en gran parte conservada, corre un hilo de agua en un canal irregular: la acequia. Cabe destacar la sencilla Fuente de los Algares. Las actividades agrícolas y pastorales siguen dominando, como en el pasado, el modo de vida de los habitantes de Piódão, encaradas esencialmente como un medio de subsistencia y supervivencia. Destaca la era, desde la que se pueden disfrutar de hermosas vistas panorámicas, y el horno de pan. La aldea ha sido catalogada como Inmueble de Interés Público en 1978.

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