AH Marialva – AH Trancoso

Lugares de paso: Rabaçal, Esporões, Moreira de Rei, Castaíde

Marialva es la aldea más al norte de la GR22 – Gran Ruta de las Aldeas Históricas de Portugal y el recorrido se dirige ahora hacia el sur, bajando la dehesa de esta aldea histórica donde abandona la etapa anterior. Siguiendo por un camino de tierra, cruza el puente del arroyo Marialva y se dirige hacia Rabaçal, en dirección hacia oeste, hasta la localidad de Esporões. Después de cruzar este pueblo, sigue por caminos forestales, que poco a poco se convierten en caminos agrícolas a medida que se acerca a Moreira de Rei y a sus curiosas formaciones de granito. A partir de aquí, y junto con el recorrido «Guardianes de la meseta», esta etapa continúa hacia el sur hasta Castaíde, donde encuentra el valle Azedo que acompaña hasta que comienza la ascensión final a la Aldea Histórica de Trancoso.

Flora y fauna

_MARIALVA_ Al salir de Marialva nos encontramos con una zona agrícola con una alta densidad de aves, entre las que destaca el escribano soteño (Emberiza cirlus), el estornino negro (Sturnus unicolor) y la abubilla (Upupa epops) que, al permanecer aquí durante el invierno, demuestra el carácter mediterráneo de esta zona. Más cerca del río aún podemos encontrar ejemplares de las especies sabina (Juniperus turbinata Guss), arce de Montpellier (Acer monspessulanum) y cornicabra (Pistacia terebinthus), tan características de los entornos del Douro. En las laderas del Côa, el paisaje se caracteriza por ser un valle enclavado en acantilados de granito. En el río encontramos especies como la rana común (Pelophylax perezi), el tritón jaspeado (Triturus marmoratus), la culebra viperina (Natrix maura) y la nutria. Volando hallamos especies como el avión roquero (Hirundo rupestris) y la golondrina dáuríca (Hirundo daurica), mientras escuchamos entre las retamas el canto del mosquitero común (Phylloscopus collybita) y la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala). _TRANCOSO_ Las mesetas del entorno de Trancoso se caracterizan por estar rodeadas de elevaciones que unas veces son formaciones rocosas, otras están cubiertas de pinos, donde podemos encontrar una de las formaciones agrícolas más peculiares de esta región: los campos rodeados de setos arbóreos, en este caso, esencialmente formados por roble melojo. El valle de Muxagata se cultiva en toda su extensión y está flanqueado por alisos. Desde los pinos y retamas que dominan el paisaje se oyen sonidos de especies como la corneja negra (Corvus corone corone) y el pito real (Picus viridis). A lo largo de los caminos y pantanos encontramos setos vivos en forma de espino albar (Crataegus monogyna) o incluso torvisco (Daphne gnidium). Cerca del arroyo podemos ver especies como el pardillo común (Linaria cannabina), el jilguero (Carduelis carduelis), la tarabilla, la tórtola, el mirlo común (Turdus merula), entre otros. Por otro lado, en lo alto del valle, al acercamos a entornos serranos podemos encontrar las especies ratonero común o el alcaudón real (Lanius excubitor).