Aldeias Históricas de Portugal

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Sortelha

Sortelha es una de las aldeas portuguesas más bonitas y antiguas, que ha mantenido su fisonomía urbana y arquitectónica inalterada desde el Renacimiento hasta nuestros días. La visita por las calles y callejuelas del aglomerado, enclaustradas por un anillo defensivo y vigiladas por un castillo del siglo XIII, permite al visitante retroceder a siglos pasados, entre sepulturas medievales, junto a la picota manuelina o frente a la iglesia renacentista.

Historia

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Villa fronteriza de fundación medieval, con un fuero concedido en 1228, Sortelha solo perderá en el siglo XIX su condición de municipio con la reorganización administrativa realizada por el Estado liberal.
Referida en la documentación más antigua como Pena Sortelha, su castillo rocoso fue construido a principios del siglo XIII, formando una pequeña ciudadela de 670 m2 accesible desde el exterior a través de un postigo orientado al sur, conocido como Puerta de la Traición. El castillo estaba reforzado por una torre del homenaje, autónoma, común en los castillos románicos más antiguos. La construcción del cinturón de murallas que rodeaba la villa se remonta a mediados del siglo XIII, a una época anterior al castillo, que se asienta entre los acantilados y escarpas, prescindiendo de torres. El acceso al adarve se realizaba mediante escaleras construidas con losas sobresalientes, que funcionaban, casi todas ellas, en sentido antihorario (hacia la izquierda). Como es habitual en los castillos medievales, son escasas las puertas en la muralla de Sortelha, ya que eran los puntos débiles de la defensa. Al este se encuentra la Puerta de la Villa, reconstruida en fase posterior en el alzado interior, desde donde se pueden ver numerosas iniciales esculpidas en los sillares. Se trata de marcas de cantero, muy comunes durante los siglos XIII y XIV. En aquella época, los canteros cobraban por pieza y no por día, y estas marcas eran una forma de contabilizar su trabajo. En el lado opuesto de la muralla está la Puerta Nueva, también llamada Puerta del Sol o Puerta de Covilhã. Y a pocos metros al norte se encuentra la llamada Puerta Falsa, que no lo es, porque las puertas falsas conducían a callejones sin salida. En la jamba derecha de la Puerta Nueva están esculpidas dos medidas estándar: el codo (67 cm/3 palmos) y la vara (110 cm/5 palmos), que se utilizaban para estandarizar las medidas de los paños que se vendían en la feria. En el siglo XIV se construyó la Torre do Facho en el lado occidental de la muralla, para proteger mejor las puertas ahí existentes (Nueva y Falsa) y controlar las tierras en dirección a Covilhã. Su nombre deriva de los fachos (antorchas) existentes en su cima, que se quemaban para, mediante señales de humo, comunicarse con los demás castillos.
El aglomerado que visitamos hoy en el interior de las murallas constituye uno de los núcleos mejor conservados de Portugal y conserva el trazado de las casas, y callejones, de la Sortelha del siglo XVI. En ese siglo, muchas casas fueron ampliadas, dotándolas de un piso más y, a algunas, de marcos de puertas y ventanas de vértices biselados, mientras que en otras se aplicaron dinteles decorados con un arco conopial (arco apuntado, formado por dos curvas convexas y dos cóncavas) como el de una de las ventanas del comienzo de la Rua da Fonte. Son también comunes en Sortelha las ménsulas laterales, que servirían para colocar jarrones de flores. Una calle principal une las puertas este y oeste, la denominada Rua Direita, que si bien no es recta, como podría pensarse por su nombre, une directamente ambas salidas. Algunas de estas casas serán ampliadas durante los siglos XVI y XVII con la construcción de escaleras exteriores, una u otra cubiertas, que conducían a una segunda planta, en contraste con la vivienda medieval, en su mayoría de planta baja. Si entramos por la Puerta de la Villa encontramos una de esas casas con soportal, la Casa Uno, que da al Largo do Corro. En esta primera plaza, un lodón centenario (Celtis australis) saluda al visitante, mientras que al fondo de la plaza sobrevive un pozo fuente medieval, actualmente cerrado. Más arriba, la casa consistorial es una sobria construcción del siglo XVI, encuadrada en una plaza, que da acceso al castillo y donde se implantó, en el mismo siglo, la picota. Si cruzamos Sortelha y salimos por la Puerta Nueva, nos encontramos con los restos de la calzada medieval y las ruinas de la iglesia de la Misericordia. También conocida como iglesia de Santa Rita o de San Juan, fue construida a principios del siglo XIV. A ella se encuentra asociada una extensa necrópolis (cementerio), de la que son visibles algunas de las 133 sepulturas identificadas excavadas en la roca. Allí cerca se encuentra la capilla de Santiago, construida en el siglo XVI, originalmente con una puerta que daba al camino, si bien hoy en día solo se puede acceder a través del cementerio.

Entre las sencillas casas de arquitectura popular destacan algunas por presentar en sus fachadas detalles más cuidados, correspondientes a una singular identidad social de sus propietarios, entre ellas la Casa del Escribano, la Casa del Cura, la Casa del Gobernador y la Casa del Juez.

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