Aldeias Históricas de Portugal

Pueblos

AH Castelo Rodrigo – AH Marialva

Castelo Rodrigo, Marialva

41.85 km

Castelo Rodrigo

3:50

Lugares de paso: Freixeda do Torrão, Faia Brava, Cidadelhe, Juízo, Gateira.

El camino abandona la Aldea Histórica de Castelo Rodrigo y continúa su descenso hacia oeste a lo largo del recorrido PR2 FCR, predominantemente por un camino de tierra, hacia el Valle de Côa, bordeando la Sierra da Marofa y pasando por Freixeda do Torrão. En el cruce con la carretera asfaltada que conecta Cidadelhe con los pueblos de la orilla derecha y cuando llega a la puerta de la Reserva da Faia Brava, Área Protegida de ámbito privado, se une a la Gran Ruta de Côa para descender abruptamente el valle, cruzar el río y comenzar el exigente ascenso de la ladera, obteniendo diferentes panorámicas del valle del río. La alternativa para bicicletas GR22 sigue la carretera asfaltada y, más arriba, la presencia de alcornoques anuncia la llegada a Cidadelhe. El recorrido sale de Cidadelhe y sigue a lo largo de la meseta de ocupación agrícola, en dirección al sur de la localidad de Juízo. Aquí, dobla hacia noroeste y desciende hacia el valle del arroyo Massueime que atraviesa un poco más abajo. Saliendo del valle, pasa por Gateira y cruza un paisaje mixto y llano, con vistas a Marialva y a su castillo. La vía peatonal y el carril bici de la GR22 se separan al llegar al IP2. El carril bici atraviesa el IP2 en el enlace, pasa por Devesa y sube al castillo por el lado sur.

Flora y fauna

_CASTELO RODRIGO_ Castelo Rodrigo se encuentra en el extremo oriental de la Sierra da Marofa, alineación que alcanza los 977 metros en la elevación contigua. Este punto más alto ofrece unas vistas fantásticas a la zona de Riba-Côa, del Alto Douro y a la Meseta Ibérica. Es una estructura sinclinal formada por crestas de cuarzo del Ordovícico inferior y los esquistos del Silúrico inferior. Paleontológicamente, se constata la presencia de icnofósiles del tipo Cruziana en el cuarzo y fragmentos de Neseuretus sp. en los esquistos del Silúrico inferior. El valle profundo del Côa rodea esta sierra al oeste y al sur. En las zonas más altas y expuestas, subsisten encinas (Quercus ilex) y, más abajo, surgen los alcornoques. Las zonas más oscuras albergan algunos castaños. En algunas de sus formaciones rocosas encontrará la especie buitre leonado (Gyps fulvus) ya que conforman el lugar ideal para construir su nido. _CIDADELHE_ En Cidadelhe destacan los increíbles paisajes naturales que pueden observarse desde sus 500 metros de altitud. Hacia el este, podemos ver el Valle de Côa y, un poco más lejos, se distingue en el horizonte la Sierra de Marofa. Hacia el oeste, las vistas se extienden hasta la alineación granítica donde se ubican Marialva y Mêda. En su entorno más próximo hay bosques de alcornoques asociados con encinas de porte arbustivo y vetustos olivares tradicionales que crecen en los escasos intervalos dejados por los afloramientos graníticos masivos que caracterizan este paisaje. Las laderas que descienden a orillas del río Côa se encuentran en el área protegida privada de Faia Brava. Son estas orillas escarpadas del río las que albergan una comunidad rica y en peligro de extinción de buitres y otras aves rupícolas. _MARIALVA_ Al salir de Marialva nos encontramos con una zona agrícola con una alta densidad de aves, entre las que destaca el escribano soteño (Emberiza cirlus), el estornino negro (Sturnus unicolor) y la abubilla (Upupa epops) que, al permanecer aquí durante el invierno, demuestra el carácter mediterráneo de esta zona. Más cerca del río aún podemos encontrar ejemplares de las especies sabina (Juniperus turbinata Guss), arce de Montpellier (Acer monspessulanum) y cornicabra (Pistacia terebinthus), tan características de los entornos del Douro. En las laderas del Côa, el paisaje se caracteriza por ser un valle enclavado en acantilados de granito. En el río encontramos especies como la rana común (Pelophylax perezi), el tritón jaspeado (Triturus marmoratus), la culebra viperina (Natrix maura) y la nutria. Volando hallamos especies como el avión roquero (Hirundo rupestris) y la golondrina dáuríca (Hirundo daurica), mientras escuchamos entre las retamas el canto del mosquitero común (Phylloscopus collybita) y la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala).